De vuelta a Castilla, donde los campos infinitos nos muestran lo que hay más allá del mundo. Da gusto volver a casa, aunque sea por un tiempo.
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Los momentos que capturamos con una cámara perduran siempre. Sólo cuando la memoria los recuerda, cobran vida.
Menos mal, menos mal... Que hace poco me pasé por tus blogs creyendo que el reader me estaba fallando xD
ResponderEliminar¡Un besito, Milady! Me alegra leerte. Preciosa foto ^^
Gracias a las dos, pero el mérito es del sol castellano!!!
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